Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Para nadie es un secreto que los Partidos Políticos de Derecha PP, VOX, Ciudadanos y Junts per Cat buscan, sobre todas las demás voces en el Congreso y en el Senado, cueste lo que cueste, dinamitar al mejor gobierno que ha tenido el Estado Español: la coalición PSOE-PODEMOS. Y aquellas voces que lo apoyan mediante un SÍ a medias o una ABSTENCIÓN cerca del NO, aun cuando algunas vierten magníficas propuestas, parecen barajarse mejor luciendo lo que han aportado y, a veces, unidas al resto de la oposición, usan la inteligencia y la ironía con el mejor aliento de la estupidez para demostrarnos, quizás, que el oficio del multipartidismo no es colaborar con el partido de gobierno elegido por el pueblo, sino ignorarlo y desgastarlo, como si la esencia de tal sistema sea la guerra total contra el gobierno haga lo que haga, aunque sea bueno.


No se quedan atrás las voces de una real izquierda cobijada en las mejores ideas, pues al no tener el tacto de la cooperación necesaria o por cierta desconfianza hacia la coalición, se juntan a las peores voces del No y también dicen NO. Así, el aquelarre de voces crea una voluntad creciente de destrucción y en nombre de la lucha ideológica y la libertad de expresión, se lanzan como aves de rapiña sobre la coalición gobernante.

Posiblemente muchas personas se pregunten por estos días de pandemia para qué sirven la Democracia, la libertad y el Estado de Derecho con vistas a la organización, lo mejor posible, del gobierno de un país. Y posiblemente las mismas personas se pregunten si es la vida de todos y no los intereses particulares de algunos lo que más importa saber de esos conceptos.

Observando, aunque sea de lejos, el agotamiento que ya viene desmoronando al sistema capitalista y cada vez con crisis más agudas, la mejor conclusión es el comienzo de una nueva historia para un país que habrá de replantearse que la democracia, la libertad y el Estado de Derecho solo pueden significar la salvación de todos y no el sálvese quien pueda.

Pero, nada, siempre hay gente dispuesta para el gran banquete. Así, toda la derecha y la izquierda más confundida ya casi están logrando que se realice el máximo objetivo del sistema capitalista: la despectiva definición de la palabra ‘pueblos’ como la obligatoria guerra entre ellos. Aspectos que solo favorecen los derechos de los individuos más poderosos, sean portadores de grandes corporaciones económicas, de clases privilegiadas, de estándares religiosos relevantes, de tendencias políticas influyentes, de profesionales arrimados a sus artes o ciencias y entre todos ellos dominando a la opinión pública.

Resulta innegable que todo gobierno, aun el mejor de todos los posibles, debe escuchar todo señalamiento que coopere con él en la esencial tarea planteada: la reconstrucción del país en medio del aquelarre. La gestión siempre será compleja, pero lo que no podemos hacer es, ni con la boca ni con los pies, hundir nuestra coalición gubernamental de resonados esfuerzos y atrevidas esperanzas. Creer que se coopera con ella participando del aquelarre a partir de una amenaza o un ultimátum es participar del hundimiento y que venga otra coalición, esa sí la mejor en la situación política española, siempre lista para destruir a todas las Españas.

* Andrés Marí es escritor, profesor y actor cubano residente en Catalunya.

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