Antonio Maira*.- En Cuba, la calle es de los revolucionarios, el Presidente Díaz Canel llama a la defensa: “La orden de combate está dada, a la calle los revolucionarios”


Es imposible dejar de tener una enorme sensación de vértigo y de fatiga ante la velocidad con la que se producen (se conocen) sucesos muy importantes que vemos transcurrir, día a día, en esas pantallas vigilantes: cadenas de televisión, ordenadores, tablet, móviles y otros mecanismos de reproducción instantánea que generan,  repiten,  conectan y reproducen información falsa y fabricada, replican a los informadores, seleccionan a los informados, y organizan redes instantáneas de desinformación centradas en matrices de opinión y emociones compartidas, agrupan a los ciudadanos según tendencias (emociones positivas o negativas compartidas), a quienes canalizan mensajes a su medida.   

No obstante, la velocidad vertiginosa con la que nos enteramos, vía medios corporativos, de las noticias, y nos desinformamos en los medios mayoritarios (Falsimedia), lo cierto es que este ritmo, demencial e indigerible, es parte substancial del propio proceso de desinformación[i]. Es la cortina de humo. También es la saturación.

Nuestra reacción revolucionaria tiene que ser rápida y, al mismo tiempo, serena. Debe tener en cuenta los factores esenciales que se ocultan o se manipulan, el discurso enterante falso y los objetivos claros del imperio, evidentes pero al mismo tiempo, cubiertos por esa alfombra de niebla que origina una organización tan densa de la mentira[ii].

En el caso de Cuba, cuyo desarrollo mediático empieza ahora y continuará algún tiempo más, los Estados Unidos tratan de encubrir el evidente fracaso imperial en América Latina[iii], fundamentalmente en la propia Cuba, Venezuela[iv], Perú, Colombia, Bolivia y tras ellas Brasil, Argentina, Chile y, sin duda, México, Paraguay. Las fichas caen al otro lado de lo que desearía Biden, su promotor y maestro Obama, y algunos otros que han tratado de continuar y disimular el axioma irrenunciable del imperialismo yanqui –directo o indirecto- en America toda, desde Alaska a Tierra de Fuego y aún más allá hasta la Antártida.

 La Cuba de los Mil Nos

En esta quiebra inevitable del Imperio tiene un papel muy importante el factor tiempo que, con la sangre, la guerra y las consecuencias del despojo continuado y el hambre, ya lleva corriendo por “Las venas abiertas de América Latina”[v]

Cuba ha sufrido los ataques más despiadados de EEUU durante un proceso revolucionario de cerca de 63 años. Cuba, con fortaleza revolucionaria, ha cerrado sus “venas abiertas”, ha contribuido a la lucha continental y ha servido de ejemplo a todos los países del continente. Cuba ha dicho no a los Estados Unidos tantas veces como ha sido necesario, con las armas con las que le ha sido posible, en defensa de su revolución y de su “carácter socialista” que pronunció Fidel y aclamó su pueblo unas horas antes de la invasión en Playa Girón. La revolución lo ha hecho siempre en defensa de su pueblo, fundamentalmente los sectores más pobres y de su soberanía. Esos ataques han cubierto todas las posibilidades de la intervención y la injerencia desde el ataque terrorista hasta todos los tipos posibles de guerra.

Cuba no es cualquier país” ha dicho, con razón, el Presidente de la República y Primer Secretario del PCC, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su intervención en conexión directa con su pueblo desde la radio y TV cubanas el pasado día 11 de julio. Cuba se ha forjado en la lucha de América y en la lucha contra el capitalismo global cuyo instrumento es el imperio de los EEUU, sus instituciones, su modelo neoliberal y su aparato armado. Cuba es el ejemplo. Contra ese ejemplo no valen frenos. Por eso Biden ha activado todos los recursos que habían puesto en marcha todos los presidentes anteriores, desde Eisenhower hasta Trump.  En circunstancias como éstas, toda la solidaridad internacional es necesaria. La desidia, el silencio, el colocarse de espaldas, el dar como inevitable el genocidio que se está realizando contra Cuba y Venezuela, y que se está planificando contra muchos pueblos del mundo Ibero americano y de los pueblos originarios es un acto de barbarie, de complicidad con el genocidio y de barbarie.

Díaz-Canel después de explicar detalladamente a sus compatriotas y a todo el mundo la situación de Cuba, sus enormes problemas y, sobre todo, las primeras causas de los mismos, que ha definido como explosivas en su concurrencia:

Primero: el bloqueo económico completo que niega alimentos y recursos de todo tipo así como el saqueo o despojo de cuentas bancarias y activos de cualquier clase desde las materias primas hasta el oro, pasando por los insumos industriales. Se realizan con una legislación extraterritorial que humilla a todos los estados que se someten, a sus pueblos a los que se les niega la verdad y la naturaleza genocida de leyes como la Torricelli, la Helms Burton, las 243 puntualizaciones que ha puesto en la balanza Trump y ha dejado pasar, con un regusto de victoria el Presidente Biden, discípulo tramposo de Barack Obama. Todas ellas constituyen una práctica genocida que, calificadas como crímenes de guerra rompen todas las normas del derecho internacional. El bloqueo económico ha multiplicado las carencias que ha evidenciado la pandemia, a pesar de que este ha sido concebido para el pueblo. Cuba no ha podido comprar las vacunas, ni tampoco poner en marcha un proceso rápido de fabricación propia de las suyas.

Segundo: la guerra psicológica que es descrita como pedagogía de la comunicación, como coacción y como sufrimiento sobre los revolucionarios, y como necesidad de trabajar en este campo por la revolución. Un inicio del análisis del tema ha sido reproducido por el grupo de revolucionaros que han estudiado el fenómeno de la comunicación y como en este campo los EEUU han utilizado para su guerra comunicacional los mismos recursos que Cuba ha puesto al servicio de sus ciudadanos. El vídeo que tiene el título de “La dictadura del Algoritmo” ha sido publicado en varias lenguas y aquí en España por Cubainformación. El link de este estudio está señalado en las notas finales.

No sobra decir que ante esta guerra psicológica la Revolución ha tenido pocos recursos ya que Cuba ha priorizado la solución a la guerra económica y la lucha contra la pandemia.

Tercero: la Crisis sanitaria del Covid-19 (Coronavirus) que ha hecho colapsar, en algunas provincias, el sistema de salud de Cuba, ha retrasado el programa de vacunación y ha colocado en posición muy difícil a su población. Es obligado señalar que Cuba ha logrado, con muchos esfuerzos, poner en marcha un sistema de asistencia familiar que ha tenido buenos resultados.

No se pasa por largo el Presidente de Cuba cuando señala:

Empezaron (los EEUU) a recrudecer una serie de medidas restrictivas, de recrudecimiento del bloqueo, de persecución financiera en contra del sector energético con el objetivo de asfixiar nuestra economía y que eso provocara el anhelado estallido social masivo, que siembre las posibilidades para con toda la campaña ideológica que se ha hecho, poder llamar a la intervención humanitaria que terminan en intervenciones militares y en injerencias, y que afectan los derechos, la soberanía y la independencia de todos los pueblos.(…)

Esa situación continuó, luego vinieron las 243 medidas que todos conocemos y por último se decide incluir a Cuba en una lista de países patrocinadores del terrorismo, una lista espuria, ilegítima y unilateral que ha adoptado el gobierno de los Estados Unidos, creyéndose los emperadores del mundo. 

«De manera sutil, cobarde y oportunista, estos que siempre apoyan el bloqueo y se han servido de mercenarios y lacayos del imperio, aparecen con doctrinas humanitarias para fortalecer el criterio de que el Gobierno cubano no es capaz de salir de esta situación, si quieren preocuparse por el pueblo de Cuba, abran el bloqueo (…) sabemos que no lo hacen porque no tienen valor»

  Y se queda muy corto cuando advierte con enorme delicadeza para que no paguen justos por pecadores, sobre todo en el campo internacional.

Muchos países se someten de golpe a estas decisiones, pero hay que reconocer que otros no permiten que se les imponga. Todas estas restricciones propiciaron que al país se le cortaran de inmediato varias fuentes de ingreso de divisas como el turismo, los viajes de cubanos-americanos a nuestro país y las remesas. Se hizo un plan para desacreditar las brigadas médicas cubanas y las colaboraciones  solidarias que presta Cuba que por esa colaboración ingresaban una parte importante de divisas.

Díaz-Canel detalla con realismo y crudeza los efectos genocidas de esa situación que vive el pueblo cubano acosado por los EEUU en nombre, precisamente de los “derechos humanos”

Toda esta situación provocó una situación de desabastecimiento en el país, sobre todo de alimentos, medicamentos, materias primas e insumos para poder desarrollar nuestros procesos económicos y productivos que a la vez tributan a las exportaciones. Están cortados dos importante elementos la capacidad de exportación y la capacidad de invertir recursos. Y desde los procesos productivos desarrollar bienes y servicios para nuestra población.

También tenemos limitaciones en combustibles y piezas de repuesto y todo esto ha provocado un nivel de insatisfacción, unido a problemas acumulados que nos hemos podido resolver y que venían desde el periodo especial unido a una feroz campaña mediática de desacreditación como parte de la guerra no convencional que trata de fracturar la unidad entre partido-estado y pueblo; que trata de poner al gobierno como insuficiente e incapaz de proporcionar bienestar al pueblo cubano y que pretende enarbolar desde una posición del gobierno de los Estados Unidos que con ellos se puede aspirar al progreso de un país como el nuestro.[vi] 

 

 

[i][i] https://admin.cubainformacion.tv/contra-cuba/20210607/91682/91682-la-dictadura-del-algoritmo-didactica-de-la-comunicacion-cara-y-cruz-de-la-guerra-contra-cuba-italiano

 

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