Por Bartolomé Sancho Morey* - Cubainformación.- No pasa un solo día, que los grandes medios globalizados de difusión españoles [Prensa, radio, TV. Etc.] a través de falsos positivos, medias verdades las peores más cobardes y repugnantes mentiras; en sus “cientos y cientos” de Editoriales, Tribunas y Columnas de Opinión, reportajes, entrevistas, debates etc. etc., calumnien o tergiversen, manipulen hasta lo inimaginable, la realidad político-socio-económico de la Isla. En este caso presentando al Grupo Archipiélago, como demócratas pacíficos “hermanitas de la caridad” cuando en realidad y ellos lo saben, sus máximos dirigentes además de estar financiados, organizados y dirigidos por la mafia-terrorista-cubana-americana de Miami, son terroristas o cómplices confesos de los mismos. Verdades que obviamente son silenciados ignorados o peor aun descaradamente manipulados por los medios de difusión. De todo ello y con lujo de detalles hay pruebas irrefutables.
Estos mismos medios que públicamente se presentan como paladines a ultranza , defensores de la verdad, el pluralismo y la democracia, practicantes y defensores de la libertad de prensa y objetividad informativa, alguno inclusive como el diario El País del Grupo PRISA, [controlado y dirigido por grupos o corporaciónes buitres como AMBER de EE.UU] carentes de escrúpulos, menospreciando la inteligencia de los pueblos y de la más mínima ética profesional, se autoproclaman ¡Increíble pero cierto! de ideología de Centro Izquierda “Socialdemócratas”.
Está claro, “al margen de ideologías” de que si El Imperio y los medios de comunicación en cuestión, creyeran de verdad en sus ideas y principios que afirman defender. Lejos de tener pánico al debate público [batalla de ideas] vetando y marginando a los simpatizantes y defensores de La Revolucion Cubana. No solo les darían la oportunidad y cabida a través de sus Tribunas y Columnas de Opinión, para expresar y defender con argumentos los mismos, sino que organizarían y promocionarían públicamente debates. Para de esta y única forma pacíficamente y democráticamente en igualdad de condiciones, convencer y demostrar con argumentos y pruebas quien es quien y a que ideas e intereses [pacíficos o violentos] políticos socio-económicos sirven el Grupo Archipiélago.
Insistir y recordar que salvo rarísimas, contadas y calculadas excepciones, estos medios no permiten, que políticos, intelectuales, o ciudadanos de a pie conocedores de la realidad política-socio-económica cubana, puedan “al margen de ideologías” discrepar, opinar o defender la Revolucion Cubana, recordemos [prohibido olvidar] que la práctica totalidad de los grandes medios están controlados y dirigidos a través de los sabios pensantes del Club Bilderberg por los usureros [gánsteres] de la modernidad [FMI, BM, Etc.etc.]. Ni tan siquiera toleran o admiten que el país [Cuba] sistemáticamente agredido y calumniado, pueda hacer uso del derecho democrático y constitucional ¡Increíble pero cierto! de replica o defensa. ¿Porque será? La respuesta [obvia y simple] es que la única y exclusiva finalidad de la marcha “humanitaria” que tendrá lugar el día 15 de Noviembre en La Habana, organizada por el Grupo Archipiélago [El Imperio] de Laboratorio; a través de un golpe blando [caos y barbarie] es la desestabilización y derrocamiento de la Revolucion.
Para terminar, se trata, como bien explicó con lujo de detalles el Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Padilla de una agresión externa con agentes internos, reclutados, organizados, financiados y a veces transportados en vehículos de la embajada de EE.UU. Los hilos y el dinero vienen de Washington. No hay acciones autóctonas en Cuba de desestabilización ni de oposición a nuestro Gobierno, asevero El Ministro.
De todo ello y con lujo de detalles hay pruebas irrefutables.
Reflexionen: Analicen y saquen sus propias conclusiones.
* Bartolomé Sancho Morey es militante hispano-venezolano del PSUV. Es periodista balear residente en La Habana, con nacionalidad española y venezolana. Ex dirigente del PSOE y UGT. Fue expulsado del PSOE por orden de Felipe González.