Un asunto recurrente —el relacionado con el potencial patológico de microorganismos propios de otras especies en humanos—, es aprovechado en la producción de series audiovisuales, como es el caso de The Last of Us, de HBO, que ficciona en torno a este tipo de contingencia en un mundo postapocalíptico, donde un hongo, y no un virus, es el adversario pandémico.
Se trata del Chondrostereum purpureum, el que hasta hace muy poco solo se conocía como causante de la enfermedad de la hoja plateada, pero ahora resulta que hace dos años afectó a un humano real en la India, según la publicación científica ScienceDirect, fechada en marzo de 2023.
“Este es el primer caso en el que este hongo de la planta causó una enfermedad en un ser humano”. El hecho, “destaca el potencial de los hongos de las plantas ambientales para causar enfermedades en los seres humanos y la importancia de las técnicas moleculares para identificar las especies de hongos causantes”, afirman los investigadores.
El paciente afectado, un hombre de 61 años, micólogo vegetal de profesión, acudió a un hospital de su país con síntomas como ronquera, tos, cansancio y dificultad para tragar.
Tras la práctica de una radiografía —señala hpertextual.com— con resultados negativos, una tomografía computarizada, reveló en su cuello la presencia de un absceso, el cual fue extirpado.
Cuando varios intentos de llegar a un diagnóstico fueron infructuosos, muestra de ese tejido fue enviada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde emergió la causa de la infección: el Chondrostereum purpureum. Se constató así la primera evidencia del salto de dicho hongo de las plantas a un humano.
Por fortuna, el paciente consiguió la cura y ha permanecido sano, sin signos de recaída, durante todo el periodo transcurrido desde entonces. Luego de ser totalmente drenado el acceso detectado en su cuello, el enfermo fue tratado durante 60 días con un fármaco antifúngico llamado voriconazol.
En la publicación científica citada, los autores del artículo aluden al calentamiento global como una causa de este salto de un microorganismo propio de las plantas a la especie humana. Añaden que el fenómeno climático pudiera acelerar situaciones del mismo tipo, aunque precisan que un hongo debe ser capaz de sobrevivir a temperaturas de 35 °C a 37 °C para poder infectar a personas.
Sin embargo, mantener bajo la mira dichas excepciones implica proteger a los más vulnerables. Además, determinados cambios pueden traer consigo una mayor cantidad de afectados. Porque, “el empeoramiento del calentamiento global y otras actividades de la civilización abre la caja de Pandora para nuevas enfermedades fúngicas”, afirmaron los expertos. (Tomada de Cubaenresumen. Imagen de portada: hipertextual.com).
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