Con frecuencia se ha afirmado que leer es una de las habilidades humanas para la cual no existe predisposición genética, porque requiere esfuerzo para aprenderla. Sin embargo, un estudio reciente concluye que no es exactamente así.

Se trata de uno de los análisis más completos realizados hasta la fecha acerca de la relación entre cerebro, genética y habilidades lectoras, emprendido por expertos del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL), de Donostia.

En el estudio fueron exploradas las influencias genéticas de nueve regiones cerebrales asociadas con la habilidad lectora, incluyendo las vinculadas a la red de lectura como el giro temporal superior y las regiones occipitotemporales.

De acuerdo con la investigadora Amaia Carrión, del BCBL, los análisis respaldan que la lectura y dichas regiones cerebrales tienen un modesto componente genético que explica en parte sus variaciones.

“Conocíamos que existía una relación entre la lectura y estas regiones, pero no sabíamos si existía una influencia genética común”, precisó la experta.

La nota, publicada por Sinc, tras la aparición de un artículo sobre el estudio en la revista científica Nature Human Behaviour, indica asimismo que el equipo científico empleó diferentes técnicas estadísticas y combinó bases de datos de miles de personas.

“Entre ellas, una que contiene información articulada con el rendimiento de lectura en una muestra poblacional de más de 9.000 niñas y niños de 9 a 10 años en Estados Unidos”.

Los resultados obtenidos demuestran que “este tipo de metodologías analíticas puede tener potencial para entender las bases biológicas de la habilidad en la lectura y abre la posibilidad de mejorar nuestra comprensión de un comportamiento tan complejo”.

Futuras investigaciones que vinculen la relación entre genes, cerebro y lectura, serán posibles si la ciencia cuenta con conjuntos y muestras de datos poblaciones aún más grandes y específicos, aseguraron los científicos. (Tomado de Cuba en Resumen).

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