Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- ¿Se ha puesto usted a pensar en cuántas razones tenemos para corregir el rumbo en materia de ahorro?
Según mi ángulo de mira, hemos de ser más sistemáticos en la ejecución y control de nuestras políticas públicas (1, 2). En consecuencia, reproduzco —con algunas precisiones— lo que escribí con este mismo título —y un comienzo ahora convertido en inscripción— en la Sección “Opinión del Redactor” del Periódico Adelante, de Camagüey, Cuba, justamente el 11 de abril de 1998 o sea, hace más de 25 años.
Desde ya quiero resaltar el siguiente problema: si bien es cierto que para este año la economía del país va a crecer entre el 2, 5 y 3, 5 por ciento —según certificado del Ministro José L. Rodríguez—, no es menos cierto que el índice físico del consumo energético se estima que se eleve al 4, 1 por ciento —de acuerdo con el propio Ministro de Economía y Planificación. ¡Luz roja!
Un hecho incuestionable es que nadie puede predecir, a ciencia cierta, en qué mediada pudieran incrementarse las afectaciones por el Bloqueo [en rigor, Guerra Multilateral de Washington contra nuestro pueblo]. Yo deseo recordar que para obtener un dólar hemos tenido que desembolsar nada menos que el muy leonino interés de un 42 por ciento, como ha subrayado el Vicepresidente del Consejo de Estado Carlos Lage.
Ante tal realidad, se impone que nos preguntemos: ¿Cuál es la cuota que usted y yo debemos aportar en el ahorro de energía vinculado al “Oro de Negro”, aunque este no sea —ni mucho menos—, el único caso?
Estoy seguro de que es muy difícil encontrar un centro de trabajo que no tenga un bombillo, un radio, un ventilador o aire acondicionado, un equipo de labor que en algún momento no se le esté dando un uso adecuado. Incluso —extremismo aparte— es difícil no percatarse de que no siempre se utilizan, del modo más racionalmente posible, los medios de transporte automotor.
No se puede defender el despilfarro de los recursos sociales —venga de donde venga—, esté o no vinculado al petróleo y sus derivados.
Al calor de la Resolución Económica aprobada en el V Congreso del PCC [Partido Comunista de Cuba] y del presente ciclo de Asambleas por la Eficiencia convocada por la CTC [Central de Trabajadores de Cuba], con vistas a hacer más con menos sin afectar la calidad, también es necesario concretar el ahorro en todas las entidades, para lo cual es imprescindible la vertical actuación del Partido, la UJC [Unión de Jóvenes Comunistas], el Sindicato y la Administración, Dirección o Gerencia de los planteles laborales.
Y hasta en cada núcleo familiar —sin menospreciar en este sentido el quehacer de las entidades no gubernamentales y las medidas que desarrolla el MINBAS-CDR [entonces, Ministerio de la Industria Básica-Comité de Defensa de la Revolución]— todos aún podemos hacer un tanto más, si de ahorro se trata. No es que yo quiera decirle lo que usted tiene que hacer en su casa. No. El asunto es que no merece perdón que en nombre del derecho privado no se contribuya el bienestar general.
Si “solo el amor engendra la maravilla” —al decir de Silvio Rodríguez—, solo el ahorro engendra menos carencias [en las condiciones cubanas], además de todo el esfuerzo que se hace para salir, más temprano que tarde, de la aún presente desdicha [hoy agravada por el incremento de la Guerra mencionada y el contexto internacional cada vez más complejo (3)].
¡Cuánto agradecerán las generaciones del 2000 —cuando las “vacas gordas” sean un hecho [aspiramos/trabajamos todavía por lograrlo]— que cada quien haya adquirido el magnífico hábito de consumir lo racionalmente necesario!
Así, las cuentas son evidentes: ahorrar no es moda.
Concluyo —a modo de complemento: se impone también en el tema de marras que dirigentes y dirigidos seamos más sistemáticos/controladores del mejor cumplimiento de las políticas que se trazan en la nación —claro, sin esperar por otros 25 años. ¡Amén!
Referencias:
1.- https://cubainformacion.tv/la-columna/20200504/86006/86006-cuba-hagase-la-sistematicidad.
2.- https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200720/87116/87116-cuba-hagase-la-sistematicidad-2.
