Ramón Pedregal Casanova.-  Madrid sorprendió a las defensas electrónicas y pasó por encima de los muros desinformativos. Los racistas, los defensores del apartheid, los escandalizantes sionazis de todos y cada uno de los micrófonos, cámaras, redes sociales y papel que se hace llamar periódicos, la corporación de infecciones y control mentales de la sociedad española, hacen regates para sacar de la realidad al conjunto social, intentan lo de siempre, engrandecer al neocolonialista, llenar grandes espacios de mensajes lastimeros para con el que lleva 75 años asesinando al Pueblo Palestino, hacer comparaciones de sufrimientos que riegan confusión, emplearse en asuntos que no explican el por qué, hacer elucubraciones sobre sospechas de cómo puede haber sido, sembrar dimes y diretes, todo lo que les sirva para desdibujar cualquier caso resultante de los crímenes de sus pagadores, los sionazis. Pues si la audacia, la organización y la conciencia de los prisioneros de Gaza les ha demostrado que son seres humanos que vencen a monstruos gigantes, como fueron los pueblos heroicos que dieron al mundo una vida de igualdad, respeto y responsabilidad, en Madrid las “bestias en cuerpos humanos” también han sorprendido a las defensas desinformativas del sionazismo.

Ramón Pedregal Casanova.-  El conglomerado pagado por el mundo financiero sionazi llena todos los espacios de insultos a quienes piden desde hace 75 años que se respete al Pueblo Palestino en su país, que los organismos internacionales cumplan con lo que han acordado contra el colonialismo, Convenios, Acuerdos, Leyes Internacionales, que se bloquee a la entidad genocida que quiere conquistar a sangre y fuego la Patria Palestina, que se haga cumplir todas y cada una de las Resoluciones emitidas por la ONU condenando al ocupante que se hace llamar “israel”, que se reconozca a Palestina porque es el país y el pueblo que existe. El establecimiento colonial europeo no es más que un artificio creado sobre la invasión y las bandas terroristas que se unieron para denominarse FDI, “fuerzas de israel”.

Ramón Pedregal Casanova.-  Si busco en mi memoria una imagen del daño del fascismo veo el cuadro titulado Guernica. Un oficial nazi de entre los que habían asaltado la casa de Picasso en París, al ver el cuadro le preguntó: “¿Fue usted quien hizo esto?, y Picasso, se cuenta que con indignación y distancia, le respondió: “No, a decir verdad, lo hicieron ustedes”. El nazi no llegó a entender lo que le decía el pintor y se fue con los suyos. Hoy, en la sala donde el Consejo de Seguridad de la ONU y el Secretario General de la Organización presentan y responden, figura un tapiz – copia del Guernica para mostrar los horrores de la guerra, aunque Picasso no habló de la guerra en general, expuso el resultado del nazismo tomando a Guernica como adelanto de lo que iba a hacer en la Segunda Guerra Mundial. Ahora en la ONU se expone la imagen terrible, pero no deja de golpear por dentro al que la contempla, el dolor se convierte en burla cuando sabemos que el dueño del tapiz que se expone al mundo es un miembro de la familia Rockefeller. Esa familia experimentaba con vacunas antireproductivas en busca de la eliminación racista de la población en EEUU, adelantándose al régimen nazi que después financiaría, pero eso es solo un capítulo del nazismo, si quieren leer algo al respecto les recomiendo un artículo sobre el caso: https://rebelion.org/la-fundacion-rockefeller-y-el-exterminio-racista-de-la-poblacion-mundial/

Ramón Pedregal Casanova.-  Ningún gobierno puede justificar los crímenes cometidos por los imperialistas creadores del ente sionista, y ningún gobierno imperialista puede justificar los crímenes cometidos por su protegidos sionazis. El colonialismo de aquellos fue el creador del neocolonialismo de hoy.

Ramón Pedregal Casanova.-  Para entender lo que acontece necesitamos conocer el origen, lo que ilustra su más amplia dimensión. Entender el suceso quiere decir entender el proceso.

Ramón Pedregal Casanova.-  El Cuartel General de la Guerra Mundial esta en la retaguardia, allí donde no ha llegado ninguna explosión de bomba ni una sola bala de ninguna guerra. El Cuartel General de la Guerra Mundial, no se mancha con la sangre de los muertos que ordena producir, su producto interior bruto crece con la sangre que ordena producir. Allí se encuentran los que mandan con los punteros señalando en el mapa los países y lugares concretos en que sus mercenarios van a hacer estallar sus bombas, y desde ese Cuartel se manda a los que van a escribir y van a emplearse hablando lo que tienen que repetir constántemente, las mentiras y consignas en periódicos, emisoras y redes. En otra zona de ese Cuartel se encuentran a todo lujo los despachos de quienes representan a los supermillonarios, les tienen sus cuentas al segundo para que puedan ver las subidas y bajadas del negocio de su venta de armas en las bolsas de Wall Street, de Londres, de París, de Madrid, de Berlín, ... El Cuartel General de la Guerra Mundial, el Complejo de negocios, esta en la retaguardia con una actividad frenética.

Ramón Pedregal Casanova.-  Sancho: “… si no me entienden, no es maravilla que mis sentencias sean tenidas por disparates. Pero no importa: yo se que no he dicho muchas necedades en lo que he dicho”.(2,19)

Cide Hamate: “Tu, lector, pues eres prudente, juzga lo que te pareciere, que yo ni debo ni puedo más, …”. (2,24)

Platón dijo: “Cuando miramos nos vemos a nosotros mismos”. También se ha dicho: “Vemos solo lo que conocemos”. Y es que el mundo contemplado desde lo convencional no nos presenta dudas. Ahora bien, si hablamos de una novela moderna nos referimos a una obra de arte literario que mira el mundo y plantea dudas sobre él. Nos pone delante algo que vive bajo lo convencional y no vemos, de modo que cuestiona lo que concebimos añadiendo y despertándonos al otro lado de la realidad, al otro lado del espejo en que nos miramos. La novela contesta al conflicto que el mundo plantea. Un elemento, entre otros, separa la novela moderna de la novela antigua: a la novela moderna le interesa lo que pasa por dentro a los personajes, lo que la vida hace de ellos, con ellos o en ellos, cómo los cambia el mundo; a la novela antigua le interesa lo que hacen los personajes al mundo, las acciones que llevan a cabo.

La Columna