Ramón Pedregal Casanova.- “Hace varios siglos, un monarca, acosado por las críticas del pueblo ante la brutalidad de su reinado, mandó destruir las frágiles tablillas de barro que le acusaban y también todos los materiales que servían para escribir. Pero no contaba con la gran dureza de la piedra que cubría los muros de casas y palacios, durante siglos se conservaría grabada la historia de aquel reinado. Y así nosotros hemos seguido escribiendo en las paredes”. Perteneciente al libro Fábulas irónicas, del gran escritor Juan Eduardo Zúñiga.
Ramón Pedregal Casanova.- “La madre comprendió que este hombre tan poderoso era el jefe, el que había enviado a su hijo a la guerra y a la muerte y sería el culpable de que no le viese nunca más”. Del relato La madre. Perteneciente al libro Misterios de las noches y los días. Autor, el gran escritor Juan Eduardo Zúñiga.
Ramón Pedregal Casanova.- “Porque yo no hilo lana / porque yo estoy amenazado cada día / por órdenes de arresto / y mi casa está expuesta a las visitas policíacas / a las pesquisas / a las “operaciones de limpieza” / porque me encuentro en la imposibilidad / de comprar papel / grabaré todos mis secretos / en un olivo / del patio de mi casa / yo grabaré mi historia / y el retablo de mi drama”. Versos del poema Escrito en el tronco de un olivo. Autor, el poeta palestino Tawfi Zi-Yad.
Ramón Pedregal Casanova.- El propósito lo oculta para que no podamos verle. Las palabras con las que lo envuelve son provocativas. ¿Recuerdan aquellas latas cerradas en las que un individuo que se decía artista las vendía con el anuncio de “mierda de artista”? Nadie veía lo que contenían, y aquellas palabras anunciadoras llevaban a comprar las latas y muy caras.
Ramón Pedregal Casanova.- “En efecto, los palestinos todavía no han recibido nada. Llevan años oyendo bienintencionadas declaraciones y promesas. Ya las tienen todas, pero siguen sin tener una tierra y una casa.” Del libro “Cristo con un fusil al hombro”. Autor: Ryszard Kapuscinski.
Ramón Pedregal Casanova.- “A la buena gente se la conoce / en que resulta mejor / cuando se la conoce. La buena gente / invita a mejorarla, porque / ¿qué es lo que a uno le hace sensato? Escuchar / y que le digan algo./ Pero, al mismo tiempo, / mejoran al que los mira y a quien / miran. No sólo porque nos ayudan / a buscar comida y claridad, sino, más aún, / nos son útiles porque sabemos / que viven y transforman el mundo.”
Ramón Pedregal Casanova.- A Manuel Espinar, internacionalista, amigo.