Múltiples entidades participan en el homenaje en Gijón a la Revolución Cubana, con llamamiento para mantener y ampliar el apoyo solidario a Cuba, referente internacionalista.

Crónica de la Asociación Lázaro Cárdenas - Cubainformación

Video: Televisión Española

En el 70 aniversario del asalto al cuartel Moncada, que dio inicio a la Revolución Cubana, la Asociación Lázaro Cárdenas y otras entidades participantes en el Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba, llevaron a cabo el tradicional recuerdo a esta heroica acción, ésta vez dentro del marco de las Jornadas Moncada 2023 contra el imperialismo. El acto se llevó a cabo junto al monumento a José Martí, en la gijonesa Plaza de La Habana y contó con una nutrida presencia de entidades solidarias, sindicales o políticas que no suelen fallar a la cita.

El homenaje fue presentado por David Santirso, que brevemente, antes de dar paso al resto de oradores, recordó que “apoyar a Cuba no es solo apoyar un modelo político, es apoyar a un país solidario a lo largo y ancho del mundo, en todos los continentes, incluido Europa”. También hubo ocasión para llevar a cabo un sentido homenaje al histórico militante José Peláez, de la Asociación Bartolomé de las Casas, que estuvo presente. Fue uno de los promotores de los hermanamientos entre los pueblos de Asturias y Cuba, desarrolló actividades solidarias con Cuba durante muchos años y la Asociación que preside fue una de las primeras entidades en romper el bloqueo del imperio.

Nunca faltan al homenaje a la Revolución Cubana los refugiados colombianos, representados por el colectivo Luciano Romero Molina. Javier Orozco recordó que Gustavo Petro representa “el cambio de signo político en Colombia tras dos siglos. Los revolucionarios cubanos se propusieron, con el programa del Moncada, repartir la tierra, generar trabajo, dar acceso a vivienda y educación, a todo lo que implica dignificar la vida humana. Todo eso lo anhela nuestro pueblo colombiano y lucha por él con la oposición de las élites”.

El ex eurodiputado Javier Couso, dijo que “hace setenta años, decenas de héroes y heroínas cubanas se jugaron la vida para derrocar una dictadura apoyada por el imperio criminal de EEUU. La Revolución, 65 años después de triunfar, se mantiene incólume a pesar de la política estadounidense de considerarlos su patio trasero”. Los cubanos culminaron su verdadera independencia y los estadounidenses “nunca se lo perdonaron; perpetraron atentados terroristas, intentos de magnicidio y un bloqueo que está fuera del derecho internacional. Hay que denunciar la doble moral de EEUU que habla de derecho internacional y lo incumple sistemáticamente contra Cuba”.

El papel solidario e internacionalista cubano contrasta con las políticas imperialistas de EEUU, y sobre ello Couso recuerda que “Cuba ha dado educación a países del mal llamado Tercer Mundo, han enviado las misiones médicas, siempre hay médicos cubanos donde la OTAN solo lleva armas; Cuba, junto con los pueblos africanos, derrotó al Apartheid. Al país que manda solidaridad a otros países y que ha sufrido atentados terroristas por parte de EEUU, lo han declarado patrocinador del terrorismo”.

El panorama internacional no es nada halagüeño en muchos aspectos, pues, “en Europa hay guerra otra vez, propiciada de nuevo por la OTAN, por el despliegue ofensivo contra Rusia, utilizando Ucrania por delegación, pero es una guerra contra Europa, quieren impedir una relación normal con su vecino, que le suministra buena parte de su energía. Nos quieren convertir en una periferia subalterna” que contrasta con la independencia por la que Cuba lucha día a día.

“Cada vez hay más voces diciendo ‘basta ya’ a este mundo regido por las normas de EEUU”, en referencia a los movimientos que buscan acabar con la unipolaridad que rige las relaciones internacionales. En este sentido, criticó a cierta izquierda “que apoya guerras” y que presenta a Cuba como “algo obsoleto, que tiene que hacer cambios, como si Cuba no los hiciese, ahí está el caso de los debates de la nueva Constitución, barrio por barrio, o con la reciente aprobación de la Ley de las Familias. No hay que dejar los principios”, apostilló, en referencia a buena parte de la izquierda española y europea.

La Cónsul General de Cuba en España, Ingrid Izquierdo, cerró el turno de las intervenciones recordando que José Martí, cuya efigie preside el monumento: “Fidel lo llamó apóstol de la independencia y autor intelectual del asalto a Moncada. La generación del centenario de José Marí decide tomar las armas porque no toleraban, a cien años de su nacimiento, los abusos de Batista contra su pueblo”.

“A pesar del revés que fue” dado que los revolucionarios, víctimas de su inexperiencia, sufrieron una dura derrota, “la fe y el optimismo del pueblo cubano se mantuvo”. Y se mantiene hoy en día “a pesar de que ha sido víctima de agresiones, atentados terroristas y campañas de difamación. Solo los que conocen la historia de Cuba son los que pueden comprender como resistimos cuando nadie da un centavo por nosotros”.

“Seguimos pagando el precio de ser nosotros mismos”, prosiguió Izquierdo, que alerta de las maniobras que buscan “crear desesperanza”. Advierte que “nos enfrentamos a una campaña de difamación sin precedentes, a un gobierno que impone leyes extraterritoriales que nos impide comerciar con naturalidad y se burla de la Asamblea General de las Naciones Unidos. En esta coyuntura tan compleja, “es más necesaria que nunca la solidaridad, como la que está promoviendo los movimientos de solidaridad con Cuba. Seguimos defendiendo nuestra revolución y nuestro socialismo, seguimos gritando patria o muerte, ¡venceremos!”.

Tras las intervenciones y antes de la ofrenda floral, David Santirso dio lectura al manifiesto:

MANIFIESTO 26 de julio Asturias

Asociación Lázaro Cárdenas y organizaciones del Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba (MESC)

Aquí, en la plaza de La Habana en Xixón, nos alzamos en unión y solidaridad con Cuba y con su revolución. Es este acto un reconocimiento a la larga lucha del pueblo cubano por su independencia y por de la construcción de un proyecto político que toma como base la justicia social y la soberanía. Haciendo frente a desafíos y adversidades que han moldeado su camino hacia un futuro mejor. La historia de Cuba es una historia de resistencia, de valentía y de la búsqueda de un mundo más justo, mejor.

La Revolución Cubana es faro de esperanza para un mundo que anhela la transformaciónde sociedades basadas en el modelo de explotación y de dominación del capital en sociedades que se relacionen entre iguales, basadas en la cooperación mutua para el progreso de los pueblos y un mundo en paz. En la búsqueda por la igualdad y la justicia, el pueblo cubano ha tenido que hacer frente al criminal bloqueo económico de Estados Unidos, a intentos de desestabilización y subversión del sistema democrático del que soberanamente se ha dotado, y presiones e injerenciasinternacionales, pero ha permanecido firme en su determinación de defender su derecho a elegir su propio destino.

Vivimos tiempos profundos cambios a nivel global, de grandes riesgos, pero también de oportunidades para construir unas relaciones más justas, equilibradas, solidarias para mejorar la vida de nuestros pueblos. Una relación entre iguales debe basarse en el diálogo respetuoso y honesto, dejando las amenazas e imposiciones. Pensar en Cuba es pensar en un principio, en un modelo de solidaridad entre los pueblos y las naciones. Pensar en Cuba hoy es un acto heroico, un acto valiente en tiempos oscuros, porque es reconocer que existe una alternativa diferente al mundo que nos pretenden imponer.

Hoy, más que nunca, queremos manifestar nuestro apoyo inquebrantable al pueblo cubano en su lucha por el bienestar colectivo, la educación, la salud y el desarrollo sostenible. Reconocemos los logros de la Revolución Cubana en la erradicación del analfabetismo, el acceso universal a la atención médica y la solidaridad internacional al enviar médicos y profesionales de la salud a otras naciones necesitadas, no solo las del llamado tercer mundo, sino también aquí, en Europa, Cuba une en frente a la adversidad y hace que personas de cualquier rincón del mundo trabajen para construir un mundo mejor. La cooperación internacional, el intercambio de conocimientos y el respeto mutuo son fundamentales para construir un mundo más justo y pacífico.Cuba une a todos aquellos que tenemos fe en la victoria.

Rechazamos categóricamente cualquier intento de injerencia extranjera, especialmente la de Estados Unidos, que pretenda desestabilizar o socavar la soberanía de Cuba. La determinación de un pueblo para decidir su propio destino debe ser respetada y protegida.  Los grandes conglomerados mediáticos pretenden, como dijera Abel Prieto, hacernos surfear sobre titulares y no a sumergirnos en las profundidades de los contenidos. Buscan exaltar lo momentáneo y lo circunstancial para que el imaginario global solo atienda a las necesidades y no a los logros y aportaciones de Cuba al mundo. Nunca fue más imperial Estados Unidos que cuando se convirtió en zar de Internet y nos impuso un modelo de conectividad dependiente de las lógicas del mercado y la depredación ecológica, que codifica las relaciones humanas y las transforma en datos y, por tanto, a nosotros y nosotras en mercancías.

Hacemos un llamado a la comunidad internacional a luchar contra el bloqueo unilateral de Estados Unidos a Cuba y contrario a las resoluciones de las Naciones Unidas, que ha afectado gravemente la economía cubana, limitado el acceso a bienes y servicios básicos, medicamentos y recursos necesarios para el progreso del país. Es hora de poner fin a 60 añosde sufrimiento a la población cubana. La inclusión arbitraria de Cuba en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo no es más que otro pretexto para perpetuar el bloqueo económico y agravar las medidas de máxima presión que han sido aplicadas en los últimos años.

Expresamos nuestra solidaridad con Cuba y su revolución, reconociendo su lucha histórica y comprometiéndonos a apoyar la justicia social, la igualdad y su soberanía. Juntos, trabajemos hacia un mundo más justo, inclusivo y humano, donde todas las naciones puedan prosperar y vivir en paz.

Hoy, como ayer, asaltemos el Moncada del futuro.