Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Este viernes 16 de junio tendremos otra Trumpada: la decisión del presidente norteamericano para revertir medidas tomadas por su antecesor con respecto a Cuba. Como cuando decidió lanzar cohetes sobre Siria sin contar con nadie o como cuando rompió el acuerdo de París sobre el cambio climático. Las trumpadas le dicen al mundo que así es el Orden Mundial que ha de prevalecer sobre cualquier otro. Los Estados Unidos de Norteamérica ejerce con absoluta libertad, no solo el que su país “está primero”, sino que ningún otro puede ejercer el sagrado derecho sin contar con el monitoreo de Washington: el tribunal del bien y del mal.

Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Querer juzgar la obra de la Revolución Cubana sin enterarse de lo que pasa en el mundo podría convertirse en un malogrado cotilleo. Más o menos se sabe -con mayor o menor emoción-, por los que frisamos los 70 años de edad y por los que no llegan a los 20- que en Cuba, a pesar de sus faltantes, deterioros y verdaderas agonías, -estas últimas, sobre todo, porque prácticamente habían desaparecido gracias a la Revolución-, la vida cotidiana de los cubanos discurre sin la presión vital que ahoga a tantos otros pueblos. No obstante, sabemos que esa cotidianidad cada día se va convirtiendo en un toma y daca con el gobierno que cada vez más se torna en una reciprocidad con peligro de alto voltaje.

Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Cuenta el libro de cuentos “Ópera Bufa” (Editorial Pliegos. Madrid, 2016), del escritor cubano Rafael Zequeira Ramírez, con todas las herramientas de un culto orfebre del lenguaje y de un creador temerario con la narrativa. Ambas profesiones buscan revelar, según sus platos precocinados, la atmósfera ruinosa donde se desenvuelven los ambientes coloquiales cubanos junto a ciertas posturas españolas. Lejos de que el autor recree la cotidianidad conflictiva en el juego satírico cubano en relación con el español, su dirección se acerca a la lujuriosa marcha de la diatriba anticubana puesta en un atractivo panorama de la antigua metrópolis y que le funciona como comodín del librepensamiento contra Cuba. Justamente por las verificaciones “cansadas y aburridas con la cubanología”, el talento literario del escritor expande la frondosidad de un estilo que, rozando la pomposidad con la sabiduría, se tuerce y da vida a una criatura bipolar. Posiblemente por ese rictus de sufrimiento que percibo en el libro, escribo estas notas. Creo que los cubanos debemos aprender la utilidad de buscarnos más, aunque sea a través de encuentros fortuitos, como lo son una de las constantes de esta obra.

Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Si no entendemos que la vida pasa y siempre se lleva algunas alegrías para demandarnos otras, nos quedaremos sin palabras. Necesitamos compartir con amplios sectores de la población la creación de nuevos entusiasmos. De no conseguirlo, no seremos oídos, ni leídos y mucho menos tenidos en cuenta para que la verdad no sea tan aburrida y solamente nuestra. Nada nos aporta consagrar una unanimidad si nos expulsa del tiempo que vivimos. No aceptar la multiplicidad generada por la propia firmeza en los principios revolucionarios es estancar la gloria vivida. Cuba no creó escuálidas mentes parasitarias y siempre, mayores o menores, tendremos enemigos. De ahí la urgencia que sea la misma Revolución quien, por conciencia de sus razones e intentando librarse de todas sus corrupciones, reciba todos los pensamientos, argumentos, matices e inteligencias -definidos por la hondura de la honestidad-, que buscan entrar al bastión de la Patria porque sus corazones no le pueden permitir el silencio.

Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- No siempre nos encontramos con películas que, en la caracterización y el proceso vital del personaje individual protagónico junto al entorno, compuesto de diversos personajes que conforman el antagonista colectivo, produzcan un cambio radical en el punto de vista del espectador como en esta magnífica obra fílmica que, más allá de sus méritos artísticos, nos invita a la reflexión, al debate y al dificilísimo trámite del diálogo para el cual, si predomina la sombra, la ingenuidad y las miserias humanas que pueden perseguirnos, los intervinientes no pueden efectuarlo.

Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Para nadie es un secreto la difícil realidad cubana y la complejidad de su solución. Múltiples preguntas rondan a muchos cubanos: ¿Cuándo se arreglará esto? ¿Tendré algún futuro, o presente? ¿Qué quiero cambiar? ¿Contra quién voy a luchar, o contra qué? ¿En algún país puede uno saltarse la disciplina que se debe a la responsabilidad aceptada? ¿Quién soy, o de dónde vengo? ¿Debo hacerme preguntas más sencillas? ¿Por qué los sacrificados médicos y todo el personal sanitario cubano no tienen el salario justo, necesario y adecuado que les pertenece? ¿Por qué los sacrificados maestros y todo el personal de la enseñanza no tienen lo mismo? ¿Y por qué también no lo tienen los sacrificados  pensionistas, los científicos, los ingenieros, los arquitectos, los trabajadores de la construcción, los campesinos, los que limpian las calles y los baños públicos, los artistas, los deportistas de alto rendimiento, los dirigentes, los periodistas y todos los trabajadores cubanos sin excepción para que los jóvenes puedan estudiar en paz y los niños jugar sin que nada les quite la sonrisa? ¿Todo eso es posible en el país que continúa acosado por un mundo donde su mayor poder quiere destruirlo con unas cuantas noticias? ¿Acaso la gran interrogación está en entender que ante la catastrófica crisis del sistema capitalista mundial solo cabe nombrar al socialismo como única salida? ¿Cuba es fiel a esa encrucijada, o es que el socialismo cubano va con el ritmo de sus posibilidades? ¿Qué valor tiene mi individualidad? ¿Haga lo que haga, y que solo me corresponde a mí la decisión, es necesariamente lo que debe hacer el país?

Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Palo, zanahoria y palo: siempre ha sido así la grandeza imperial de los EEUU. Con la Revolución Cubana se frustró ese banquete. Y en algunos espacios de historia otros también lo frustraron. Hoy, con la fuerza mermada en la realidad publicitada de sus manjares, el nuevo presidente de los EEUU busca en su rebaño y le declara la guerra a los propios medios que hasta ahora nos servían el banquete. ¿Esto no será una coartada ya preparada entre Trump y los medios para el pacto necesario con el palo? Atención: en cualquier momento las aguas turbias del desconcierto pueden volver a su cauce y el rebaño del mundo, como tantas veces ha hecho, se acomodará a los EEUU.

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La Columna