Es conocido que la política mantenida por Estados Unidos contra Cuba, es la de sembrar una matriz de opinión internacional para que la gente se crea que la Revolución cubana “es un “estado fallido que viola los derechos humanos”, como un castigo imperial al no poder doblegar la voluntad soberana del pueblo de ser independientes de Washington.

Quien revise la historia podrá comprobar que los yanquis emplean el asesinato como método, cuando no pueden vencer a quienes no se dejan doblegar. Los ejemplos son muchos y Cuba acumula una buena parte de ellos, porque ante la impotencia de no poder impedir el triunfo de la Revolución de 1959, a Fidel Castro le organizaron más de trescientos planes para asesinarlo, según consta en documentos secretos y declaraciones de sus implicados.

Para seguir con la directiva yanqui de demonizar a la Revolución cubana, parlamentarios europeos a su servicio continúan en sus fallidos propósitos de romper el Diálogo y cortar el financiamiento que la Unión Europea ofrece a las organizaciones no gubernamentales, en un intento inhumano por asfixiar al pueblo cubano.

Nora Gámez Torres, periodista cubana nacionalizada estadounidense, que cubre temas cubanos en los diarios el Nuevo Herald y el Miami Herald, en uno de sus recientes artículos sobre el “Síndrome de La Habana”, puso al descubierto que la Misión diplomática yanqui en La Habana es realmente un nido de espías, algo bien conocido por la contundente denuncia que hizo Cuba en 1987, al divulgar en la TV la confesión de 27 funcionarios cubanos colaboradores secretos de la Seguridad del Estado, que durante años engañaron a la CIA cuando los reclutó para obtener información económica, financiera, temas relacionados con la salud humana y animal, el transporte naval y aéreo, las comunicaciones y los del área  militar de la Isla.

En evidente correspondencia con los planes del gobierno de Estados Unidos y la CIA, Alberto Reyes Pías, párroco de la diócesis de Camagüey, incita a sus seguidores a delinquir mediante desórdenes públicos para derrocar a la Revolución cubana, similares a los del 11 de julio 2021, estimulados desde Estados Unidos con el empleo de las redes sociales. Antes el más reciente proceso eleccionario, Reyes Pías también instigó abiertamente a no acudir a las urnas, siguiendo las directivas de Estados Unidos.

Una vez derrotada la brigada mercenaria que invadió Cuba, organizada, entrenada y financiada por la CIA, con total apoyo del gobierno de los Estados Unidos, el presidente John F. Kennedy recibió un informe con varios temas sobre la política a seguir contra la Revolución cubana, que sirvieron de base para el diseño de un nuevo plan denominado Proyecto Cuba, más conocido por su nombre código: “Mangosta”.

La invasión mercenaria del 17 de abril de 1961 por Bahía de Cochinos, organizada y financiada por la CIA con la ilusión de derrocar a la Revolución cubana, se convirtió a solo 66 horas del desembarco en su gran fracaso, derrota que pasados 62 años mantiene abierta la herida en el ego del gobierno yanqui y sus lacayos de Miami, razón por la que su odio hacia el verdadero vencedor, el pueblo cubano, no disminuye.