Norelys Morales Aguilera/Blog ISLAmía.- Se dicen cubanos, pero quieren amo. Llegan a la ridiculez de votar simbólicamente por un presidente para Estados Unidos sin el menor pudor, sin una hojita de parra para sus cacareadas intenciones de patriotismo. Eso volvió a suceder en la noche de este 6 de noviembre. Ridículo mundial. Triste papel que les asignan sus pagadores.

Por Hernando Calvo Ospina*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Al cruzar la calle luchaba hasta con la mediana brisa, que en las ardientes tardes bajaba de la montaña, para que no lo tirara al piso y lo arrastrara. La búsqueda de desperdicios en el basurero que se amontonaba en una esquina, dos cuadras abajo, la realizaba en la mañana. Nunca se le vio pelear un hueso con otro perro o rata. Iba y regresaba con su caminadito típico: como que de medio lado, como que arrastrando las patas, cabizbajo, las orejas caídas y como sin apuros. Ni lo recuperado en el basurero, ni las sobras que le daban en su casa eran suficientes para engordarlo, pues el costillar le resaltaba por encima de sus pelos grisáceos. Mudo, discreto o falto de fuerzas, lo cierto es que no recuerdo haberlo escuchado ladrar. Nadie sabía su edad y menos quienes eran sus padres.

Norelys Morales Aguilera/ISLA mía.- Diría que no me importan las elecciones en Estados Unidos. Es un decir, me refiero al cambio. Verdad que Estados Unidos desempeña un rol importante en la política mundial, pero no hay que hacerse muchas ilusiones con sus campañas electorales y menos con los elegidos.

Correo del Orinoco/MinCI/Foto Virgilio Ponce.- Muchas personas en el mundo, e incluso las norteamericanas y los norteamericanos, desconocen o no entienden cómo funciona realmente el sistema electoral en Estados Unidos, donde el voto popular no elige al Jefe de Estado sino a sus congresistas, tal y como lo señala la escritora y abogada Eva Golinger, oriunda de ese país, pero radicada en la patria de Bolívar desde hace varios años.

Norelys Morales Aguilera/ISLA mía.- En la contienda a la presidencia de Estados Unidos vale todo, incluida la manipulación y la mentira para atraer votantes indecisos y así mostrar el peor lado de la sociedad norteamericana: la frivolidad para los temas más importantes, que la he llevado varias veces a apoyar las peores decisiones de sus gobernantes.

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