Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Son innumerables los actores puertorriqueños, latinoamericanos, tercermundistas, internacionales en general que cada vez más se pronuncian por la total e incondicional libertad de Oscar López Rivera, considerado el preso político más antiguo del mundo. Este 6 de Enero cumple 74 años (nació en San Sebastián del Pepino, Puerto Rico, en 1943) bajo encierro yanqui y la ocasión me es propicia para sumarme a su causa.
En sus datos biográficos, consta que López Rivera fue veterano en la Guerra de Vietnam defendiendo la bandera de EE.UU., resultando condecorado por su valor en combate; que tras retornar a Chicago, lugar de residencia de su familia, se integró a la lucha y defensa de los derechos de los puertorriqueños; y que actuó como un organizador comunal destacado en aras de mejorar las condiciones de vida de su colectividad, participando en actos de desobediencia civil y de militancia pacífica.
También, que en 1976 se integra a la lucha clandestina en favor de la independencia de Puerto Rico como miembro de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN); que en 1981 fue capturado por el Oficina Federal de Investigación (FBI, por su sigla en inglés) acusado de “conspiración” y por pertenecer a las FALN; y que al momento de su captura reclamó para sí la condición de “prisionero de guerra”, amparado en el Protocolo I de la Convención de Ginebra de 1949 que reconoce tal condición en caso de personas detenidas en conflictos y luchas contra la ocupación colonial.
Vale resaltar que de acuerdo con ese Protocolo, un prisionero de guerra no debe ser juzgado como delincuente común y mucho menos si su causa descansa en actos relacionados con su participación en una lucha anticolonial como es el caso ante Puerto Rico. Y vale suponer asimismo que el Gobierno imperialista estadounidense haya irrespetado tal Convención, lo condenara a 55 años de prisión federal y, luego de fabricarle en prisión un caso de intento de fuga, la pena impuesta se convirtiera en una sentencia de 70 años, 12 de los cuales los pasó en aislamiento total.
Así, López Rivera es el único de los 13 militantes del FALN arrestados en aquellos años que permanece tras las rejas, pues, si bien es cierto que el expresidente de EEUU Bill Clinton en 1999 le ofreció un indulto condicional, también es significativo que él rechazó la oferta por considerar que algunas de las condiciones que pretendían imponerle eran injustas y porque tampoco quiso dejar a otros compañeros que no fueron incluidos en aquel indulto —certifica otra fuente.
Así, quien igualmente es bautizado como el “Mandela latinoamericano”, lleva tras las rejas más de la mitad de su vida. ¡Ojalá que este Día de los Reyes Magos devenga impulso generoso para que el Presidente Obama le regale el indulto! Y entretanto, este humilde servidor brinda su Voto por la Libertad total e incondicional de Oscar López Rivera. ¡Amén!
