Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- Dicen que rectificar, o matizar mejor dicho, es de sabios. Ya el presidente cubano lo había hecho en parte, ahora lo hace por entero: "que nunca falten entre los cubanos la unidad, el respeto y el amor por la vida". ¡Muy bien por Díaz-Canel! Ahora se impone que todo el gobierno de la isla, los cuadros dirigentes, la intelectualidad, los profesionales, el pueblo decente y trabajador, y hasta el desesperado y el delincuente -si cabe este último calificativo y que evidentemente cabe, como en todas partes-, decidan ponerse para la obra grande de los cubanos.
¡¡Cuba, una nación hermosa que quiere vivir y encontrar su lugar en este planeta tan castigado por la ruindad de tantos!!
¡¡Cuba, un pueblo que nunca aceptará vivir de rodillas ante sus compatriotas, pero mucho menos ante los que siempre han querido rendir sus mejores anhelos de paz, cooperación y afectos compartidos!!
¡¡Cuba, una vida imaginada desde su inmensa resistencia a ser engullida por los más poderosos!!
¡¡A cuba le sigue durando el sueño engendrado en 1959, y nadie podrá discutir que su despertar más genuino y entero fue impedido por fuerzas ajenas a sus luchas!!
¡¡Ahora la historia vuelve a hablarnos, y de todos los cubanos dependerá, a través de su inteligencia y reales acercamientos a las realidades isleñas y mundiales, que nunca Cuba pierda o estropee la magnífica dignidad ya alcanzada ni su camino de esperanza para todos los cubanos en aras de extenderlo a todo ser humano y sin que ello constituya una visión impuesta, sino una visión amorosa por si a otros les gusta, o les atrae, o vaya usted a saber porqué, desean un acto de mutua germinación!!
¡¡Cuba ya nunca más olvidará que el amor, el gusto, la atracción y el misterio pertenecen también a todos los que vivimos en ella y a su alrededor!!