Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Por estas horas la prensa cubana da cuenta del encuentro de diputados/as de las diferentes comisiones permanentes de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), con el objetivo de analizar la conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, así como los Lineamientos de la Política del Partido y la Revolución para el periodo 2016-2021 y las Bases del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030: Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos (1).
El trascendido acredita que estos tres documentos rectores, que marcan la ruta en la actualización de nuestro modelo socioeconómico, fueron objeto de una amplia consulta popular con 47 470 reuniones efectuadas, 718 229 intervenciones y la participación de más de un millón 600 000 cubanos. Ello, me conduce a reiterar lo que constituye en mí una convicción, a saber:
“Sin sombra de duda, abundan elementos que me permiten sostener que es loable la participación de importantes segmentos de la vida social de nuestra Patria en los debates de los documentos que se discutirán en el VII Congreso de nuestro Partido dirigente [Partido Comunista de Cuba]. Mas, siempre he apreciado que en un asunto de máxima significación como el tema en causa, para Cuba es infinitamente Mejor el protagonismo popular” (2).
Asimismo, el trascendido en cuestión me retrotrajo a las propuestas personales que realicé al calor del debate sobre los documentos de marras, específicamente las adiciones vinculadas con los Principios que sustenta el Modelo de nuestro socialismo:
I.- “i) La libertad de discusión, el ejercicio de la crítica y autocrítica, el contraste informativo y la subordinación de la minoría a la mayoría rigen en todos los componentes del sistema político cubano. Estos aspectos deben encontrar espacio y sistematicidad en los medios masivos de comunicación”.
II.- “j) La lucha contra las indisciplinas sociales, las ilegalidades, el delito, la corrupción y el nepotismo tendrán lugar en todas las instancias político-administrativas. Los autores de estas faltas serán sancionados según la Ley y, cuando la magnitud del suceso lo aconseje, sus nombres se darán a conocer a la opinión pública”.
III.- “k) Quien dirija en cualquier eslabón y/o sector del Sistema Político cubano, debe revelar sistemáticamente que él/ella, su familia y allegados/as conviven del fruto de sus esfuerzos personales, y que disfrutan de todo aquello propiciado por el trabajo honrado alejado de privilegio, prebenda e ilegalidades”.
Entretanto, tengo la esperanza de que el grueso de cubanos/as seamos capaces de hacer nuestras la esencia de las palabras contenidas en Tiempos de ¿sistematicidad? con la rúbrica de Leidys María Labrador Herrera, particularmente las del primer párrafo:
“Si me pidieran mi opinión para hacer una lista de las palabras más utilizadas en el contexto cubano actual, tal vez me tomaría horas completar la encomienda, e incluso haría cientos de borrones. Pero si redujeran el rango para mi respuesta, y lo concentraran en las valoraciones que a diario se generan en torno al presente y futuro de nuestra obra social, entonces no tengo dudas, encabezaría mi selección con un término: «sistematicidad»” (4).
Con tales presupuestos, sostengo que tras el visto bueno de nuestro Parlamento a los documentos aludidos (la conceptualización del Modelo, los Lineamientos para el período 2016-2021 y las Bases del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030) nos acompañarán instrumentos que operacionalmente nos permitirán mejor orientación para el quehacer revolucionario —de la mano del concepto de Revolución de Fidel Castro (5). Así, contaremos con la brújula derivada del VII Congreso de nuestro Partido dirigente.
Referencia:
2.- http://kaosenlared.net/cuba-documentos-del-vii-congreso-de-su-partido-dirigente/.
4.- http://www.granma.cu/opinion/2017-05-25/tiempos-de-sistematicidad-25-05-2017-22-05-46.
5.- http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2000/esp/f010500e.html.
